lunes, 2 de enero de 2017

CASA PRIVADA DE BERLÍN (1994) - I


La vivienda, organizada en torno a un patio orientado al sur, se sitúa en un vecindario con abundante arbolado en el suroeste de Berlín. A pesar de que en su diseño la secuencia de espacios y la relación entre interior y exterior fueron factores de gran importancia, ha sido su definición material lo que más ha determinado su arquitectura. En este sentido, la envolvente continua de ladrillo le confiere una solidez física que remite a arquitecturas de los inicios del Movimiento Moderno, como algunas casas de Erich Mendelsohn o Mies van der Rohe, y en especial a los tres proyectos para viviendas de ladrillo que Mies diseñó para los Wolf, Esters y Lange. La irregular textura de los ladrillos, hechos a mano, presenta un fuerte contraste con el terso aislamiento y sus carpinterías de acero, mostrando las diferencias de su propia materialidad. Como material principal de la fachada se ha empleado la piedra caliza gris, con leves trazos de óxido de hierro, que da al edificio un carácter compacto y monolítico. Esa impresión se refuerza con el redondeo de los ángulos en las esquinas del frente principal. Se emplean piezas de piedra de 4 centímetros de grosor con acabado mate, colocadas formando un aparejo de hiladas desiguales y de gran precisión en las juntas. Tanto en su diseño como en su acabado, el edificio desarrolla con gran refinamiento la tradición del revestimiento en piedra que aún perdura en el contexto berlinés.

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